Los modos de falla comunes de los transmisores de presión incluyen:
1. Deriva del cero: esto ocurre cuando la salida del transmisor se desvía de su valor cero verdadero. Puede ser causado por el envejecimiento de los componentes electrónicos o por factores ambientales.
2. Deriva del rango: similar a la deriva del cero, la deriva del rango implica una desviación del rango de salida correcto. Puede ser causado por cambios en las propiedades mecánicas o en los circuitos electrónicos del elemento sensor.
3. Daño por sobrepresión: Exponer el transmisor de presión a presiones más allá de su rango nominal puede causar daños permanentes al elemento sensor o a los componentes electrónicos.
4. Daño al sensor: El daño físico al elemento sensor debido a golpes, vibraciones o corrosión puede provocar lecturas inexactas o una falla total.
5. Problemas eléctricos: Los problemas con el cableado, la fuente de alimentación o los componentes electrónicos pueden causar un comportamiento errático o una falla total del transmisor.
Para solucionar estos problemas:
1. Calibración: La calibración regular es imperativa para mantener la precisión y confiabilidad de los transmisores de presión. A través de la calibración, se puede identificar y corregir cualquier desviación en los valores cero y de intervalo. Este proceso implica comparar la salida del transmisor con estándares de referencia conocidos en condiciones controladas. Los ajustes de calibración se realizan utilizando equipos de calibración de precisión de acuerdo con las especificaciones del fabricante y los estándares de la industria, como ISO 9001 o las pautas de trazabilidad del NIST.
2. Inspección: La inspección de rutina es esencial para detectar cualquier daño físico o degradación en el transmisor de presión. Esto incluye examinar visualmente el elemento sensor, la carcasa y las conexiones eléctricas en busca de signos de desgaste, corrosión o fugas. Además, se pueden emplear métodos de prueba especializados, como la inspección ultrasónica o la prueba de presión, para evaluar la integridad estructural del elemento sensor y el recinto. Cualquier problema identificado debe abordarse de inmediato mediante la reparación o el reemplazo de componentes dañados para evitar un mayor deterioro y garantizar un rendimiento óptimo.
3. Protección contra sobrepresión: La instalación y configuración adecuadas de los mecanismos de protección contra sobrepresión son fundamentales para proteger los transmisores de presión contra daños causados por una presión excesiva. Esto implica seleccionar e instalar dispositivos de alivio de presión apropiados, como válvulas de alivio, discos de ruptura o limitadores de presión en el sistema. Estos dispositivos sirven para desviar o limitar la presión aplicada al transmisor dentro de su rango nominal, evitando así fallas inducidas por sobrepresión. Además, es necesario realizar pruebas y mantenimiento periódicos de estos dispositivos de protección para garantizar su funcionalidad y eficacia a la hora de mitigar riesgos potenciales.
4. Pruebas eléctricas: Las pruebas eléctricas exhaustivas son esenciales para diagnosticar y resolver cualquier problema relacionado con el cableado, la fuente de alimentación o los componentes electrónicos del transmisor de presión. Esto puede implicar realizar comprobaciones de continuidad, mediciones de voltaje y pruebas de integridad de la señal utilizando equipos de prueba especializados, como multímetros, osciloscopios o generadores de señales. Al inspeccionar y solucionar problemas sistemáticamente las conexiones y componentes eléctricos, se puede identificar y rectificar cualquier falla o anomalía para restaurar la funcionalidad y confiabilidad del transmisor.
5. Consideraciones ambientales: Los factores ambientales como la temperatura, la humedad y la exposición a productos químicos pueden afectar significativamente el rendimiento y la longevidad de los transmisores de presión. Es esencial evaluar el entorno operativo e implementar medidas adecuadas para proteger el transmisor en consecuencia. Esto puede implicar la instalación de recintos protectores, la selección de materiales resistentes a la corrosión o la degradación, o la aplicación de revestimientos o sellos para mitigar los efectos de las duras condiciones. Además, puede ser necesaria una ventilación, aislamiento o calefacción adecuados para mantener las condiciones ambientales deseadas dentro de límites aceptables para el funcionamiento óptimo del transmisor.
Transmisores de presión PB8103CNM